CHRISTMAS IN TRANSLATION / NAVIDAD EN TRADUCCIÓN
29 Dec, 2020 | Charles Bladon
Urban living and Social issues
Photos: Iván Rodríguez
Exploring the quirks and staples of a Bolivian Christmas
Turkey, Christmas trees, fairy lights, snow and a warm fire: these are a few things that instantly come to my mind when the word Christmas is thrusted into conversation. Given my Western upbringing, my perception of Christmas is grounded in its setting (for me the blisteringly cold winter in England) and in the culture that has assimilated with this Christian holiday. But as Bolivia’s diverse range of Christmas traditions suggest, there is no such thing as a universal Christmas experience.
In our adventure of Christmas in Bolivia, we focus on the holiday’s very core, on the unique colonial traditions that have merged and evolved, giving form to local celebrations. In Bolivia, Christmas hasn’t merged into one suit and presents itself in various forms that almost mimic its linguistic diversity. From delectable dishes that bear no resemblance to European Christmas staples, to familiar sound of carol singers at the doors of fellow Christmas celebrants, Bolivia offers a host of peculiar and charming traditions that are worth exploring.
Box 1: Picana/Food
Food invariably plays a lead role in Christmases around the world, but whilst Turkey is customary in some European households, in Bolivia, the dish of choice is Picana. Picana is a stew popularly eaten on Christmas Eve, made from a whole range of meats; including, beef, chicken, pork and lamb. There are numerous recipes that usually stem from grandparents, who in turn received them from their parents and grandparents. ‘We use beer, wine and vegetables,’ Patricia Zamora, a local paceña, explains, ‘but often people make it in a white broth, similar to chicken soup.’ Aside from the numerous ways one can prepare picana for the family, what remains constant is the time at which it is eaten. More often than not, dinner takes place close to midnight after a late evening service at the local church.
Box 2: Buñuelos
A few paceños have buñuelos instead at the stroke of midnight, saving the big meal for Christmas day itself. Buñuelos too plays a fundamental part in a Bolivian Christmas. Similar to a doughnut with a batter of cinnamon and flour, buñuelos are sprinkled with powdered sugar and usually served with hot chocolate. They make for small snacks during festive entertainments, but the local Christmas Market in La Paz supplements one’s need for a warm respite after a busy evening of present shopping.
Box 3: Christmas Market
Christmas markets have been around for decades in Bolivia. La Paz’s very own market off Avenida del Ejército in Parque Urbano is a Grinch’s nightmare supplying all the lights, candles, christmas trees, incense, miniature nativity sets (complete with miniature sandals for your miniature baby Jesus) and buñuelos one could possible want. But this Christmas oasis, which manages to obscure itself from the unfestive hustle and bustle of the Prado, offers more than goods, providing festive escapism and an opportunity to envelope yourself in the Christmas spirit. Some stall owners have even made a family tradition out of setting up camp on the winding market corridors.
Box 4: Nativity
In Bolivia, the adoration of Jesus on the day of his birth is very important, with feasts and dances that center around it. Many families across the country set up elaborate displays of the nativity scene, pouring their hearts and efforts into completing these pieces of art. Shoppers have no trouble finding figurines, scenic decorations and even clothes for the figures at the Christmas market. Whilst figurines are not unique to Bolivia, and can be seen across the world in many Catholic countries, what sets them apart are the different fashion elements they incorporate. Some Jesus figures are painted with a potosino or Andean motif, distinct in their hairstyles (often dark curl tufts) and the clothing sold with them, similar to the ponchos one can find on calle Sagarnaga, but a million times smaller.
Combining South American bombast and Christian tradition, this is a Christmas unlike no other.
Box 5: Music and Dance
No Bolivian Christmas is complete without festive music. Whilst in Europe families gather around a warm fire to sing soft traditional carols (or more modern tunes with a pop influence), Bolivian Christmas music has an upbeat, jovial feel. Adding to the atmosphere of animated jingles, Bolivians dance to the songs, skipping, frolicing and twirling. Children, parents and grandparents follow suit, all for the baby Jesus and the nativity scenes that embellish front rooms.
Bolivian Christmas is nothing short of a spectacle. Combining South American bombast and Christian tradition, this is a Christmas unlike no other. Although no blanket statement can be made for Christmas celebrations in the country, a summarisation of the food, places and traditions is all one can make to capture the festivities that Bolivia forges.
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VERSIÓN EN ESPAÑOL
Explorando las peculiaridades y los elementos básicos de una Navidad boliviana
Pavo, árboles de Navidad, luces de colores, nieve y un fuego cálido: estas son algunas de las cosas que me vienen instantáneamente a la mente cuando se introduce la palabra Navidad en la conversación.
Dada mi educación occidental, mi percepción de la Navidad se basa en el entorno (para mí, el invierno terriblemente frío de Inglaterra) y en la cultura que se ha asentado con esta festividad cristiana. Pero como sugiere la diversa gama de tradiciones navideñas de Bolivia, no existe una experiencia navideña universal.
En nuestra aventura de la Navidad en Bolivia, nos enfocamos en el núcleo mismo de la festividad, en las tradiciones coloniales que se han fusionado y evolucionado con el tiempo, dando forma a las celebraciones locales con su propia sazón. En Bolivia, la Navidad no se ha limitado a un solo traje y se presenta en varias formas que casi pueden imitar su diversidad lingüística.
Desde deliciosos platos que no se parecen a los platos navideños europeos, hasta el sonido familiar de los cantantes de villancicos en las puertas de todos los celebrantes de la ciudad, Bolivia ofrece una serie de tradiciones peculiares y encantadoras que vale la pena explorar.
Recuadro 1: Picana / Comida
La comida siempre juega un papel protagónico en las Navidades en todo el mundo, pero aunque el Pavo es una costumbre en algunos hogares europeos, en Bolivia el plato preferido es la Picana. La Picana es un guiso que se come popularmente en Nochebuena, elaborado con todo tipo de carnes; incluyendo, res, pollo, cerdo y cordero.
Existen numerosas recetas que suelen provenir de los abuelos, quienes a su vez las recibieron de sus padres y así sucesivamente. 'Usamos cerveza, vino y verduras', explica Patricia Zamora, una paceña local, 'pero a menudo la gente lo hace en un caldo blanco, similar a la sopa de pollo'. Aparte de las numerosas formas en que se puede preparar Picana para la familia, ¿Qué permanece constante en el momento en que se la consume?.
La mayoría de las veces, la cena se lleva a cabo cerca de la medianoche después de una misa celebrada en alguna iglesia local.
Recuadro 2: Buñuelos
En muchas ocasiones, algunos paceños comen buñuelos a medida que llega la medianoche de Nochebuena, reservando la gran comida principal para el día de Navidad (el día siguiente).
Los Buñuelos también juegan un papel fundamental en una Navidad boliviana. Similar a una rosquilla con una mezcla de canela y harina, los buñuelos se espolvorean con azúcar en polvo y generalmente se sirven con chocolate caliente.
Estos se sirven para ser pequeños bocadillos durante las celebraciones, pero el mercado navideño local en La Paz complementa la necesidad de un cálido respiro con este bocado, después de una noche ocupada de compras de regalos.
Recuadro 3: Mercado de Navidad
Los mercados navideños existen desde hace muchas décadas en Bolivia.
El mercado propio de La Paz en la Avenida del Ejército, dentro del Parque Urbano, es la pesadilla de un Grinch, porque en él se suministran todas las luces, velas, árboles de Navidad, incienso, juegos de natividad en miniatura (con sandalias para su niño Jesús) y todos los buñuelos que uno podría desear.
Pero este oasis navideño, que logra ocultarse del ajetreo y el bullicio poco festivo del Prado, ofrece más que bienes, brinda, además, un escapismo festivo y una oportunidad para envolverse en el espíritu navideño. Algunos propietarios de puestos, incluso convirtieron este espacio en una tradición familiar, dentro de los sinuosos pasillos del mercado que parecen un campamento.
Recuadro 4: Natividad
En Bolivia es muy importante la adoración a Jesús el día de su nacimiento, con fiestas y bailes que se centran en él. Muchas familias de todo el país montan exhibiciones muy bien elaboradas del nacimiento, poniendo todo su corazón y esfuerzos en completar estas obras de arte. Los compradores no tienen problemas para encontrar figuras, decoraciones escénicas e incluso ropa para las pequeñas estatuas en el mercado navideño. Si bien las figuras del nacimiento no son exclusivas de Bolivia, y se pueden ver en todo el mundo, en muchos países católicos, lo que las distingue son los diferentes elementos de moda que incorporan. Algunas figuras de Jesús están pintadas con un motivo potosino o andino, distinto en sus peinados (a menudo mechones de rizos oscuros) y la ropa que se vende con ellos, similares a los ponchos que se pueden encontrar en la calle Sagárnaga, claro que en tamaño miniatura.
Combinando la esencia sudamericana y la tradición cristiana, esta es una Navidad como ninguna otra.
Recuadro 5: Música y Baile
Ninguna Navidad boliviana está completa sin música festiva. Mientras que en Europa las familias se reúnen alrededor de una cálida fogata para cantar suaves villancicos tradicionales (o melodías más modernas con una influencia pop), la música navideña boliviana tiene un aire alegre y jovial. Agregando a la atmósfera de jingles animados, los bolivianos bailan al son de las canciones, brincando, retozando y girando. Los niños, padres y abuelos hacen lo mismo, todo por el niño Jesús y los belenes que adornan las habitaciones.
La Navidad boliviana es nada menos que un espectáculo. Combinando la esencia sudamericana y la tradición cristiana, esta es una Navidad como ninguna otra. Aunque no se puede hacer una declaración general de las celebraciones navideñas en todo el país, todo lo que se puede hacer es un resumen de la comida, los lugares y las tradiciones para capturar las increíbles festividades que tiene Bolivia.